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Frenadeso Noticias 20 de Marzo 2009

Frenadeso Nacionales

Noriega entregó a guerrillero ecuatoriano para que fuera torturado y asesinado por agentes de Febres Cordero

Escuche impactante entrevista a los hermanos Jarrín en Ecuador de cómo el G-2 de Noriega capturó a su hermano. Miércoles 25 de marzo, Concentración contra la Narcopolítica. Parque Porras, 4:00 p.m.


Relato de los hermanos Miguel y Edwin Jarrin.

 

http://www.ecuadorinmediato.com


Miguel Jarrín logró entrevistarse en Panamá con el agente del G-2 que arrestó a su hermano mientras efectuaba unas llamadas telefónicas en el Edificio D'Lido, en el área bancaria, la noche del 24 de octubre de 1986.  El agente les narró como Jarrín fue capturado y llevado a las instalaciones del G-2 en El Chorrillo, frente al Cuartel Central, en ese entonces a cargo del Coronel Barrera.  Jarrín fue entregado a tres miembros del ejército ecuatoriano, según el testigo, entre ellos al agregado militar de la Embajada de Ecuador.  Jarrín se desplomó al suelo luego de recibir una inyección, fue esposado de uno de sus brazos a la pierna y así conducido en un auto.  Los agentes del G-2 escoltaron el vehículo hasta el Aeropuerto de Tocumen.  El avión que llevó vivo a Arturo Jarrín al Ecuador partió a las 6:00 a.m. del sábado 25 de marzo de 1986.  El cadáver del dirigente revolucionario apareció en Quito, con claras muestras de haber recibido horrendas torturas, la noche del 26 de octubre de 1986.  Todo al estilo de la Operación Condor que desarrollaron las dictaduras militares en el Cono Sur.

La Historia de Arturo Jarrín

Entregado vivo por Noriega para ser asesinado por gobierno de Febres Cordero

Esta es la historia de Ricardo Arturo Jarrín, máximo dirigente de Alfaro Vive ¡Carajo! (AVC) del Ecuador, organización que se levantó en armas por: “democracia auténtica, justicia social y una economía nacional independiente”.

Ricardo Arturo Jarrín viajó a Panamá luego de escaparse de una cárcel ecuatoriana.  Aquí, Noriega prometió ayudarlo para viajar a Cuba.  Compartió residencia con miembros del M-19, entre ellos, Antonio Navarro Wolf, hoy Gobernador del Estado de Nariño, Colombia. 

El 24 de octubre, en la noche, fue detenido por agentes del G-2 de Noriega y entregado a agentes de seguridad del Presidente de Ecuador, León Febres Cordero.  Su cadáver fue hallado, con bárbaras señales de tortura, en las calles de Quito, el 26 de octubre de 1986.

Todas las investigaciones realizadas y las informaciones recabadas sobre el asesinato de Ricardo Arturo Jarrín, indican que este crimen tiene raíces en Panamá, e involucran a ex miembros de las Fuerzas de Defensa y al mismo General Manuel Antonio Noriega.

Este hecho confirma las denuncias de diversos ciudadanos, que en el período oscuro de la dictadura militar de Torrijos y Noriega, aquí se asesinaron, torturaron, desaparecieron a revolucionarios y patriotas nacionales y extranjeros, se lanzaron personas vivas desde helicópteros, sin que hasta la fecha las autoridades hayan hecho las diligencias necesarias para esclarecer estos hechos y castigar a los culpables.

El episodio que hacemos referencia, pone al descubierto los lazos de estrecha colaboración y coordinación que mantenían los ejércitos de la región, bajo la supervisión del Comando Sur de Estados Unidos y el apoyo, en algunos casos, de agentes israelíes.

Miguel Jarrín logró entrevistarse en Panamá con el agente del G-2 que arrestó a su hermano mientras efectuaba unas llamadas telefónicas en el Edificio D'Lido, en el área bancaria, la noche del 24 de octubre de 1986.  El agente les narró como Jarrín fue capturado y llevado a las instalaciones del G-2 en El Chorrillo, frente al Cuartel Central, en ese entonces a cargo del Coronel Barrera.  Jarrín fue entregado a tres miembros del ejército ecuatoriano, según el testigo, entre ellos al agregado militar de la Embajada de Ecuador.  Jarrín se desplomó al suelo luego de recibir una inyección, fue esposado de uno de sus brazos a la pierna y así conducido en un auto.  Los agentes del G-2 escoltaron el vehículo hasta el Aeropuerto de Tocumen.  El avión que llevó vivo a Arturo Jarrín al Ecuador partió a las 6:00 a.m. del sábado 25 de marzo de 1986.  El cadáver del dirigente revolucionario apareció en Quito, con claras muestras de haber recibido horrendas torturas, la noche del 26 de octubre de 1986.  Todo al estilo de la Operación Condor que desarrollaron las dictaduras militares en el Cono Sur.

En ese sentido, debemos recordar que en Panamá, en circunstancias no esclarecidas, desaparecieron Ernesto Jovel de la Resistencia Nacional de El Salvador, en septiembre de 1980, y Jaime Batemán Cayón del M-19 de Colombia ,en abril de 1983, ambos en supuestos accidentes de aviación.  Como Jarrín, eran los máximos dirigentes de sus respectivas organizaciones.

La verdad, que poco a poco sale a flote, permite descubrir a muchos el carácter represivo, contra insurgente y reaccionario de la dictadura de Torrijos y Noriega, muy contraria a la imagen que en el exterior han pretendido vender sus seguidores. Estos, violadores de los derechos humanos, torturadores y asesinos, eran en verdad los mal llamados militares progresistas.

FRENADESO exige al Ministerio Público que se investigue este nuevo caso de lesa humanidad y se deslinden las responsabilidades en lo que concierne a Panamá.

FRENADESO Noticias logró entrevistar a Miguel Jarrín, hermano del mártir ecuatoriano, durante su reciente visita a Panamá como parte de una delegación de la Comisión de la Verdad del Ecuador, que estuvo ampliando investigaciones.

Declaraciones de los hermanos Jarrín concedidas al medio “Ecuador Inmediato”, donde narran como se dieron los hechos basados en informaciones que le diera en Panamá uno de los agentes del G-2 que entregó a Arturo Jarrín, puede ser accesada aquí: http://www.ecuadorinmediato.com/noticias/especial/100246.

Con este reportaje rendimos homenaje al compañero Ricardo Arturo Jarrín, y nos solidarizamos con sus familiares y compañeros, así como de todos aquellos que fueron desaparecidos y torturados durante este triste capítulo de nuestra historia.

Agradecemos al padre Conrado Sanjur, de la Coordinadora Popular de Derechos Humanos de Panamá (COPODEHUPA) su apoyo en este reportaje.

NORIEGA ENTREGÓ VIVO A ARTURO JARRÍN PARA QUE SEA ASESINADO POR EL GOBIERNO DE FEBRES CORDERO

FHA/ECUAMEX

El líder del movimiento insurgente ecuatoriano “Alfaro Vive Carajo”, Ricardo Arturo Jarrín Jarrín, fue entregado vivo por el dictador panameño Manuel Antonio Noriega, el 24 de octubre de 1986, para que sea asesinado por las fuerzas de seguridad del gobierno de León Febres Cordero. Esta afirmación la ha confirmado este día al sistema informativo Ecuadorinmediato.com la familia de la víctima, al revelar una conjura internacional entre los dos Estados, Panamá y Ecuador, y después fingir que el dirigente guerrillero fue abatido en un falso enfrentamiento en Quito hace 23 años.

Según han relatado los hermanos Miguel y Edwin Jarrín, tras 23 años de búsqueda y por la localización de un testigo clave, un oficial de inteligencia militar de Panamá, se puede confirmar hoy que el líder guerrillero fue capturado vivo y en esas condiciones fue entregado a militares y policías de Ecuador.

De acuerdo con toda la investigación realizada por la familia desde hace algunos años atrás, el líder guerrillero Arturo Jarrín, en ese tiempomáximo dirigente del movimiento insurgente AVC, estuvo en ciudad de Panamá desde el 19 de octubre de 1986 en una reunión con los mandos del movimiento colombiano M19, en una reunión a la que asistió solo por su grupo, y en la que se hallaban presentes, entre otros, el actual gobernador de Pasto-Nariño, Antonio Navarro Wolf, quien participó de este encuentro.

Jarrín, que junto con los otros líderes guerrilleros se habrían reunido en un  departamento en el centro de Panamá, pudo ser identificado porque había dejado sus documentos, un boleto de avión Panamá-Ámsterdam-Belgrado de la compañía KLM y un pasaporte con otro nombre, revelan sus familiares.

El  24 de octubre de 1986, acudió a un sitio de cabinas telefónicas para efectuar una llamada a Ecuador, fue entonces que este oficial panameño, que hoy sirve de testigo, lo capturó respondiendo a una orden de un coronel panameño de apellido  Barrera –hoy fallecido– que había seguido a Jarrín por varios días, por una disposición del propio coronel Manuel Antonio Noriega, en esos años presidente de Panamá.

El testigo señala que él cumplió la orden y que una vez que reconoció a Jarrín procedió a capturarlo y llevarlo a la zona de Chorrillos, al cuartel militar de inteligencia conocido como G2, a eso de las 21h00 de ese 24 de octubre.

Jarrín no opuso resistencia a su captura, ante lo evidente del hecho, solo le pidió a este oficial de inteligencia: “llévame donde Noriega, él me conoce y sabe de nuestra presencia en Panamá... Si me entregas a la policía, seré asesinado”, le habría dicho. El oficial de inteligencia se negó a conducirlo a Noriega, dudando que el dictador conociera del hecho, y luego de ello Jarrín guardó silencio y no volvió a hablar.

Previo a su llegada al centro de inteligencia panameño G2, el cuartel fue desocupado íntegramente para dejar solo al detenido con este oficial, quien llamó al coronel Barrera, el cual se presentó al filo de la medianoche para reconocer al ecuatoriano.

Entonces  el coronel Barrera procedió a llamar por teléfono al general Manuel Antonio Noriega, a su cuartel general y le confirmó la detención de Arturo Jarrín, recibiendo como orden que se proceda a entregar al líder guerrillero a órdenes de los oficiales ecuatorianos que llegarían en las próximas horas; es decir, Manuel Antonio Noriega tuvo una relación directa con el gobierno de Ecuador, y con ellos conjuró para entregar a Jarrín sin fórmula legal alguna.

El testigo afirma que en ese momento supo que Jarrín le dijo la verdad sobre Noriega y se sorprendió del nivel del detenido que permaneció esposado a un poste de metal en el cuartel de la inteligencia panameña.

Eran las 02h00 de sábado 25 de octubre de 1986, cuando arribaron al G2 un grupo de tres uniformados de las fuerzas de seguridad ecuatorianos que no podían ser identificados por sus nombres, pero el testigo afirmó a la familia Jarrín que él puede reconocerlos ahora si se les presentan sus rostros.

De las huellas que dejaron los oficiales ecuatorianos, uno de ellos era un policía joven calvo, blanco; el otro era un oficial superior avejentado con el pelo encrespado y canoso, mientras que el dato más importante se les escapó a los uniformados cuando uno de ellos se presentó ante Barrera como el “agregado militar” en Panamá.

Cuando arribaron al cuartel militar panameño los uniformados señalaron que venían directamente desde Ecuador, confirmando que su presencia se debía a una llamada desde Panamá para que actúen sobre el detenido.

El oficial de policía calvo, el más joven, fue quien identificó a Ricardo Arturo Jarrín Jarrín y el oficial canoso –según relata el testigo– procedió a aplicarle en forma violenta una inyección en el glúteo, que al parecer tenía algún narcótico, lo que provocó un desvanecimiento del líder guerrillero ecuatoriano, perdiendo completamente el sentido.

Los uniformados ecuatorianos afirmaron que tenían la orden de trasladar a Arturo Jarrín vivo a Ecuador, por lo que exigieron la entrega del detenido, hecho que se cumplió con la supuesta aprobación de Manuel Antonio Noriega.

Luego de una serie de llamadas, dos horas más tarde(04h00) Jarrín fue entregado a los uniformados nacionales, quienes lo trasladaron directamente al aeropuerto internacional de Tocumen, para embarcarlo en un avión que estaba listo para ser utilizado.

El testigo afirmó a la familia Jarrín que lo entregó vivo, con los signos vitales en perfecto estado y que así lo consignó en su reporte a sus superiores.

La nave salió entonces a las 6h00 desde Panamá con dirección a Quito. El testigo dice que no vio el embarque de Jarrín, pero que la nave no debía haber sido de un vuelo comercial, sino al parecer una nave preparada desde Ecuador, la cual fue usada para el efecto.

Es decir, que Arturo Jarrín Jarrín fue capturado vivo es ahora una certeza que tiene las pruebas suficientes; sin embargo –según investigación de la familia– el cuerpo de Jarrín Jarrín habría sido colgado vivo en el aire y desde el avión, como una forma de tortura, les han sabido decir.

Arturo Jarrín, tras ser traído desde Panamá, fue trasladado a la escuela policial de Pusuquí, donde habría sido torturado – por otras versiones entregadas a la familia– con la presencia de altas autoridades policiales, y se sospecha que en el hecho estuvo presente el ingeniero León Febres Cordero, quien habría presenciado su  interrogatorio , sin que pueda precisarse si estuvo en los actos de tortura o posterior asesinato, de acuerdo a lo que creen los hermanos Jarrín Jarrín.

Para la familia, fue infamante la versión que emitió la policía ecuatoriana el 29 de octubre de 1986, al salir a mentir en forma descarada “que Arturo Jarrín había sido abatido en un enfrentamiento con la policía de Ecuador en un parque de la urbanización al norte de Quito”.

Las huellas de la tortura en el cadáver, las perforaciones de más de una treintena de balas, las quemaduras en los testículos de Jarrín, y las huellas, moretones y picadas en el cuerpo denotan para Beatriz Jarrín, la madre de Arturo, que su hijo no murió en ningún enfrentamiento sino por un ajusticiamiento extrajudicial de la Policía Nacional de Ecuador, y eso lo dijo el mismo día en que fue velado en la funeraria el líder guerrillero y desde ese momento denunció este asesinato, que hoy se confirma con esta investigación.

Lo irónico del caso es que la familia denunció legalmente el caso ante la justicia ordinaria en 1996, con el fin de que se investigue este asesinato. Tras un largo período de inacción de la justicia por un tiempo de 7 años, en que no se cumplió ninguna diligencia, no se llamó a ningún testigo y tampoco se efectuó otra averiguación, el juez Luis Mora dictó en el año 2003 el sobreseimiento definitivo de la causa sin permitir su reapertura.

Para la Familia Jarrín Jarrín, el que haya aparecido este testimonio, que fue oficializado este fin de semana de marzo 2009 en Panamá, con la participación de la Comisión de la Verdad, a cuya labor respaldan, les obliga a iniciar una serie de acciones judiciales, en vista de que se trata de un crimen de Estado con una conjura internacional entre los gobiernos de Panamá y Ecuador, convirtiéndose a este caso en un delito de lesa humanidad, con denegación de justicia.

Si bien en el caso ecuatoriano Febres Cordero y Luis Robles Plaza están muertos, en el país todavía está vivo el general Luis Suárez Landázuri, comandante general de Policía de ese entonces, quien sería uno de los principales señalados en este asesinato, así como los mandos policiales que participaron en este hecho delictivo, porque la pena de muerte no es legal en el país, y menos las ejecuciones extrajudiciales, afirma indignada la familia al recordar el nombre de este siniestro jefe policial.

Por otro lado, está vivo Manuel Antonio Noriega, quien está ya libre de cárcel en Estados Unidos, pero se mantiene en prisión por temor de la justicia francesa, y ahora deberá enfrentar cargos por este asesinato del líder guerrillero ecuatoriano.

Debe descubrirse esa conjura en su integridad, exige la familia, ya que es conocido mundialmente que el dictador panameño no actuaba por razones políticas sino por dinero, sumado al recuento de líderes de izquierda que fueron entregados o ajusticiados en Panamá, como el caso del jefe colombiano Jaime Bateman Cayón. Si existió un acuerdo entre Febres Cordero y Noriega, eso se verá y se podrá contar en los próximos días.

tanto, esta verdad es única, y no es la primera: Manuel Antonio Noriega entregó vivo a Ricardo Arturo Jarrín, y este fue asesinado en Ecuador por el gobierno del social cristiano León Febres Cordero.

Investigan muerte de líder de "Alfaro Vive"

Panamá, EFE

 

La Comisión ecuatoriana de la Verdad investiga en Panamá la muerte del guerrillero Ricardo Arturo Jarrín, presuntamente apresado en 1986 por el régimen del dictador Manuel Antonio Noriega al llegar a este país, y que apareció muerto en Ecuador con signos de tortura. 



Fidel Jaramillo, al frente de la Comisión de la Verdad; Edwin Martínez, consejero de la embajada de Ecuador, y Miguel Jarrín, hermano de la víctima, se reunieron en esta capital con representantes de la Defensoría del Pueblo y con la procuradora general de la Nación, Ana Matilde Gómez, para tratar el caso. 



Según explicó Jaramillo, el objetivo del viaje, además de intentar aclarar la muerte del que comandó en Ecuador la izquierda "Alfaro vive, carajo", es "investigar los hechos que sucedieron entre 1984 y 1988, que pudieran suponer delitos contra la humanidad". 



También solicitaron a las autoridades panameñas "información sobre la cooperación internacional antisubversiva en ese período". 


La Defensoría del Pueblo indicó que la Comisión pidió el apoyo a Panamá para obtener la bitácora del vuelo en el que llegó Jarrín, alias "comandante Ricardo", en 1986, así como el registro de las personas que ingresaron a territorio panameño entre finales de septiembre y primeros de octubre de ese año. 



"Se maneja información de que el presunto guerrillero fue apresado en Panamá y entregado a las autoridades del Ecuador en perfecto estado de salud. Sin embargo, días después aparece muerto y con signos de tortura. Las autoridades del Ecuador en esa época aducen que fue un intercambio de disparos, pero los familiares señalan que el fallecido había sido torturado", explicó una portavoz de la Defensoría. 



Las autoridades panameñas se comprometieron a recabar la información, que presentarán a la Comisión de la Verdad en un mes, aunque hicieron la salvedad de que, tras la invasión de Estados Unidos el Ejército de ese país se llevó "más de 40 cajas con información de las Fuerzas de Defensa", nombre con el que se denominó a las Fuerzas Armadas durante la última etapa de la dictadura militar. 



Jarrín, de 29 años a su muerte, viajó de Quito a Panamá tras escapar de un penal donde fue confinado por participar en el secuestro del banquero Nahim Isaías Barquet, en septiembre de 1985.

La Comisión de la Verdad del Ecuador fue creada el 3 de mayo de 2007 por Decreto Ejecutivo del presidente Rafael Correa para investigar, esclarecer e impedir la impunidad en los hechos violentos y violaciones a los Derechos Humanos atribuidos a agentes del Estado, ocurridos entre 1984 y 1988, y otros períodos.




Enviado el Sbado, 21 marzo a las 19:03:45 por franckoi
 
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