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El Primero de los Derechos Humanos es el Derecho a la Vida
Marcha este miércoles 17 de agosto, 3:00 p.m., CSS Transístmica. Arranque oficial de la inscripción del FAD, Oficinas del Tribunal Electoral en todas las cabeceras de provincia, jueves 18 de agosto.















Palabras del Dr. Fernando Cebamanos, Secretario General de la Asociación de Médicos, Odontólogos y Afines de la Caja de Seguro Social (AMOACSS) en el Encuentro de Dirigentes Sindicales, Gremiales y Populares el pasado sábado 13 de agosto en la Universidad de Panamá

El Primero de los Derechos Humanos es el Derecho a la Vida.

El Derecho a la Vida implica, presupone y exige el Derecho a la Salud.

El artículo 109 de nuestra Constitución dice: “Es función esencial del Estado velar por la salud de la población de la República”.

Para poder hacer real – y no sólo discursivo – este mandato constitucional se requiere un Plan Nacional de Salud cuya prioridad sea fomentar y desarrollar la promoción de la salud y la prevención primaria como ejes esenciales del Sistema de Salud sin desmejorar la prevención secundaria y terciaria.

Se requiere un nuevo modelo de atención basado en la atención primaria como estrategia (que no es lo mismo que el primer nivel de atención) que garantice y haga real y no discursiva la plena accesibilidad de los panameños al Sistema de Salud en cada provincia, distrito y corregimiento en función de los niveles de atención y grado de complejidad.

Un Sistema de Salud así concebido debe garantizar que los determinantes sociales de la salud (trabajo decente, educación de calidad, vivienda y medio ambiente) sean accesibles para toda la población panameña.

Lamentablemente, no son estas las características de nuestro actual Sistema de Salud. El que tenemos es producto de una economía neoliberal, excluyente, que concentra la riqueza en muy pocos y deja desvalidos y excluidos al resto de los ciudadanos.

El deterioro de las relaciones de trabajo, el masivo aumento del trabajo informal, la inseguridad laboral, el aumento de la canasta básica alimenticia, el deterioro de los planteles educativos, el déficit habitacional para los sectores mayoritarios,…todos ellos son problemas vitales que inciden en la Salud de la población.

En adición, asistimos en todo el país al deterioro de las instalaciones de salud, la insuficiente dotación de insumos y medicamentos, la falta del personal de salud necesario para poder brindar de manera eficaz los servicios de recuperación de la salud perdida.

No hay un Plan Nacional de Salud que identifique cuáles son las verdaderas necesidades de la Salud en nuestro país.

Al revisar el Plan de Gobierno 2010 – 2014 lo que encontramos es (1) la preocupación de las autoridades porque el sector privado de salud “es una pequeña parte del PIB” y por “el hecho de que el mercado interno es limitado”.

Consecuentemente, el Plan 2010-2014 levanta la propuesta del “turismo médico” que atraería jubilados norteamericanos a Panamá. De hecho ya existe una ley de Turismo Médico.

Y (2) el otro rubro “atractivo” para tal concepción de Salud es la construcción de nuevos hospitales y hasta una “ciudadela de salud”.

Las dos medidas tienen que ver con un negocio atractivo para las empresas privadas del Sector Salud. Pero nada tienen que ver con las necesidades reales de la mayoría de la población.

Desde hace más de una década, se viene implementando una política de recorte del gasto social con presupuestos cada vez más limitados.

En el Sector Salud se introducen leyes privatizadoras de los servicios de Salud, tales como Consalud que creó un espacio “público-privado” que en los hechos se tradujo en corrupción y servicios de salud de mala calidad.

Con la aprobación de la Ley 51 se crearon las condiciones para un mayor deterioro de los servicios públicos de salud y las consiguientes excusas para la externalización.

En el marco de este desgreño administrativo, cónsono con las políticas neoliberales de privatizacion y externalización se dio la tragedia del envenenamiento masivo con dietilenglicol.

Hoy – en medio de un desgreño administrativo potenciado a niveles nunca antes vistos – nos enfrentamos a otra tragedia social: la muerte de decenas de ciudadanos a causa de una infección por la bacteria conocida por las siglas KPC.

La negligencia de quienes hoy dirigen la CSS es evidente, manifiesta e incontestable.

Según consta en el Acta de la Reunión de la Junta Directiva de la CSS del 21 de junio del presente año, uno de los responsables confiesa que, después de dos años corridos de la presente administración, en intensivos de la CSS hay un 28% de infecciones nosocomiales.

Mas grave aún: conoce las causas y tiene “planes futuros” para resolverlos.

En el mes de diciembre de 2010 ya se sabía del aumento de la incidencia y mortalidad de la infección nosocomonial por la bacteria klebsiela pneumonia carbapamenasa.

El hecho se ocultó.

Incluso se circuló una “orden de silencio” y amenaza dirigida a todos los funcionarios de la CSS: hablar de las fallas en la CSS era causal inmediata de despido.

La situación se le ocultó a los pacientes y a sus familiares. Lo cual, además de la degradación ética que tal conducta implica, es una falta grave a la Ley de Derechos de los Pacientes.

Cuando esta nueva tragedia ya fue de dominio público e inocultable, llegaron las declaraciones, en todo momento ofensivas para los fallecidos, sus familiares y los enfermos que luchan por salir del peligro.

Trataron y tratan de minimizar el problema. Afirmaciones tales como que “los pacientes no murieron por la bacteria sino con la bacteria. De todos modos iban a morir”.

O “en todos los hospitales del mundo hay enfermedades nosocomiales”.

Ciertamente que las hay, pero se mantiene un control, se informa, se toman las medidas que establecen los Protocolos sin dilación y sin ocultar los hechos.

Las enfermedades nosocomiales no deben pasar del 7%. La administración de la CSS, advertida desde Diciembre de 2010, permitió un 400% más: el Acta citada consigna un 28% y en medios médicos se habla de cifras mayores.

Todo esto – y no es casual - se produce en el momento en que la Asamblea se propone discutir una Reforma a la Ley 51 de la CSS.

Una propuesta de reforma que la ciudadanía pueblo desconoce.

Se anunció públicamente que “es necesario reformar la Ley 51 “para incrementar el aporte que realiza el gobierno central, a fin de garantizar la sostenibilidad del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), y cumplir con el aumento prometido a los jubilados”.

Esa es la excusa.

Las verdaderas intenciones de la administración fueron ´confesadas públicamente al asumir la actual administración. El paquete de reformas propone, entre otras:

a) Cercenar los poderes de la Junta Directiva,

b) Conferir más poderes al Director General, al margen del control de la Junta Directiva, permitiéndole manejar los fondos de la Caja de Seguro Social, hasta por tres millones de balboas, las veces que considere necesario.

c) Abrir las puertas a la privatización por medio de la externalización de servicios que “se justifican” precisamente por los resultados nefastos de un desgreño administrativo como nunca se ha visto en la CSS, propiciado e implementado por ellos mismos.

d) Permitirle al Director General la libre destitución de los funcionarios, según su criterio y sin instancia de apelación.

No cabe la menor duda de cuáles son las verdaderas intenciones de esta reforma a la Ley 51.

Se implementan políticas de persecución y represión al libre ejercicio de las actividades gremiales, se persiguen trabajadores y dirigentes, se les despide sin causa justificada.

El manejo de las finanzas es altamente ineficiente, los rendimientos son escasos y se operan redenciones ilegales de bonos perjudicando los intereses de los asegurados.

La externalización de servicios es una realidad creciente.

Para la población asegurada, queda el desmejoramiento, también creciente, de la calidad de la atención.

Las reformas que se plantean proponen una moratoria de las morosidades de la cuota obrero patronal de la CSS.

Esta medida, nefasta en lo económico e inmoral en su contenido, tiene antecedentes. En 1990 el gobierno de Guillermo Endara eximió del pago de las cuotas a los empresarios con el argumento de la grave situación económica del país. Se quedaron con los dineros de su cuota, con el dinero de la cuota de los obreros, con el dinero de las multas por morosidad y con el dinero que ese capital pudo producir.

En el 2004 se concedió otra moratoria porque el crecimiento económico era bajo.

Ahora en pleno auge de crecimiento económico se hace la misma propuesta. Esto es corrupción e inequidad: esta es una política para estimular a los empresarios a no pagar sus cuotas.

¿Qué pasa con los que pagan?. ¿ Es esta la CSS de la empresa privada o es del pueblo trabajador que la forjó con luchas, con la riqueza que produce y con sus cuotas ?.

Aun más preocupante es el hecho de que la empresa privada, a través de sus representantes políticos (Milton Henríquez del Partido Popular, por ejemplo) pretende dividir la gestión de la Caja de Seguro Social en tres administraciones (servicios de salud, invalidez vejez y muerte, riesgos profesionales) con la intención de que los programas de IVM y de Riesgos Profesionales queden a cargo de la banca privada y las aseguradoras. La experiencia de otros países nos enseña que los trabajadores lo pierden en manos de la especulación y la corrupción.

El jueves 11 de agosto, el Lic. José Alba, representante de los trabajadores del Estado y el Dr. Rafael Reyes Richa, representante del Sector Salud en la Junta Directiva, presentaron una propuesta de destitución del Director General y el Sub Director General de la CSS.

Ésta no se sometió a votación y fue enviada a una comisión que la estudiaría. Todo parece indicar que la negligencia de los actuales administradores de la CSS quedará impune.

Sólo ejerciendo nuestro derecho a la protesta podemos cambiar el rumbo de los acontecimientos.

Nuevamente el pueblo saldrá a defender su derecho a la salud. Este encuentro de hoy es la demostración.

Hacemos un llamado a la UNIDAD de todo el pueblo panameño para defender el DERECHO A LA VIDA.

SIN LUCHAS NO HAY VICTORIAS.

UN PUEBLO UNIDO JAMAS SERA VENCIDO.


Enviado el Martes, 16 agosto a las 11:32:58 por franckoi
 
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