Este Primero de Mayo, cuando se conmemora la gesta heroica de la clase trabajadora, Panamá se encuentra sumido en una crisis institucional de amplio alcance, en la medida en que todas las estructuras de poder político están involucradas en escándalos de corrupción y nepotismo, sin que a la fecha haya indicios de un real adecentamiento, por el contrario la atención mediática y la justicia selectiva que impera profundizan aún más la carcomida esfera pública.

En el ámbito social se pauperizan aún más las condiciones de vida de la población, producto de la continuidad de la política económica neoliberal que garantiza la ganancia empresarial y desatiende las demandas sociales del pueblo. Sobresale en este escenario el alto costo de la vida ante la especulación de los precios de los bienes y servicios básicos que impone el mercado oligopólico, evidenciando que el llamado ‘control de precios de emergencia' no es más que una falacia del Gobierno de Varela. Igualmente, cada vez es mayor el número de personas que no recibe el suministro de agua potable en la ciudad de Panamá, San Miguelito, La Chorrera, Arraijan (7 días a la semana - 24 horas). Prevalece además un ineficiente sistema de transporte público, de recolección y disposición de basura, entre otras.

En el plano laboral cada vez es mayor la informalidad laboral, la disminución del salario real, inestabilidad laboral, los despidos de trabajadores producto de las externalizaciones que imponen las empresas, las inadecuadas condiciones de los centros de trabajo. Es decir, la flexibilización laboral del neoliberalismo deprime las condiciones laborales de una parte relevante de los trabajadores, recortando los servicios públicos y los sistemas de protección social.

En esta vía se cierne la amenaza de otra reforma a la Ley Orgánica de la CSS, que afecta el Programa de Enfermedad y Maternidad, cuyo propósito es que el MINSA asuma el control de los fondos del Programa y entregar a la población los consabidos paquetes mínimos de salud a través del llamado ‘Seguro de los Pobres' que se ha impuesto en otros países de América Latina, a fin de colocar la salud en manos privadas.

En el caso del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte, se apunta a las nefastas medidas paramétricas (aumento de edad, de cuotas y densidad, así como a la disminución de las pensiones), además de entregar los fondos del Programa a los especuladores financieros. En esta vía, cada vez seremos más los que van a morir sin haber podido dejar de trabajar, y nos culpan de vivir más tiempo, cuando es solo la esperanza de vida de los grupos de poder económico la que aumenta. Bajo esta lógica neoliberal, la salud deja de ser un derecho para convertirse en mercancía.

Vivimos una situación insostenible, injusta y vergonzosa. Estos empresarios y sus Gobiernos neoliberales pretenden dar un paso más en la destrucción de derechos laborales, sociales y medioambientales, en la privatización de todos los servicios públicos, en la destrucción de las garantías alimentarias. Destruyen el medio ambiente y nuestra salud, y desprecian cualquier acción de la que no puedan extraer dinero.

Salimos a la calle, este Primero de Mayo, para protestar contra la corrupción, el nepotismo, la impunidad, la injusticia, para exigir el respeto a nuestros derechos a alimentación, agua, trabajo digno y salario justo, salud, educación, vivienda, ambiente sano y a la organización. Al buen vivir.

Insistimos, no son los sectores de poder económico ni sus partidos y gobierno los que van adecentar el país; por el contrario, estos insisten en lo mediático, en las falsas promesas, en el pan y circo, para imponer sus interés y seguir asaltando los recursos del pueblo trabajador.

Este Primero de Mayo, reafirmamos nuestro compromiso de continuar los esfuerzos por construir poder popular, organizar y concienciar a los sectores populares y crear las condiciones para llamar a una Asamblea Constituyente Originaria con plenos poderes autoconvocada por el pueblo que funda una nueva República de bienestar y progreso para todos.

SECRETARIO GENERAL DE CONUSI-FRENADESO

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