Fernadeso Noticias 07 de Julio 2011
Fecha Viernes, 08 julio a las 03:00:08
Tema Frenadeso Nacionales


Organizaciones populares exigen Justicia para los masacrados de Bocas del Toro
Mañana, viernes 8 de julio, el pueblo de Changuinola sale a las calles para recordar a sus muertos, las víctimas de la barbarie del Gobierno de Ricardo Martinelli.






Convocados por la Coordinadora de Lucha por el Respeto a la Vida y Dignidad del Pueblo, un nutrido grupo de organizaciones populares se dieron cita hoy, jueves 7 de julio, frente a la Procuraduría General de la Nación, a exigir Justicia para las víctimas de la Masacre de Bocas del Toro.

Los actos se dieron en la víspera de los actos masivos que se programan mañana viernes 8 de julio, en Changuinola, cuando se cumple un año del inicio de la Masacre.

Mario Almanza, Denia powell, Andrés Rodríguez, Gabriel Castillo y Genaro López, entregaron una carta al Procurador General donde se expresan claramente las demandas del pueblo.

Entrelas organizaciones participantes estuvieron delegaciones del SUNTRACS, CONUSI, CONATO, CNTP, CTRP, Convergencia Sindical, SINTCAWISA, FIT, SIELAS, FER-29, ASOPROF, SINTE, CUM, Sindicatos de Trabajadores del Canal, entre otros. 

En el parque se hizo una exhibición fotográfica de los hechos de Changuinola y se presentó el documental de la realizadora italiana, Micol Pecoraro, El Cambio: La Masacre de Bocas del Toro.

Frenadeso Noticias 07 de Junio 2011

 

A continuación la nota entregada en el Ministerio Público.

Panamá, 7 de julio de 2011.

Lic.

José Ayú Prado

Procurador General de la Nación

E. S. D.

Sr. Procurador:

Se cumple ya un año de los fatídicos incidentes de Bocas del Toro, cuando el Gobierno empecinado en imponer la aberración jurídica conocida como Ley Chorizo o Ley 30, desató una salvaje represión contra el pueblo bocatoreño.

El suceso, conocido como la Masacre de Bocas del Toro, constituye uno de los hechos más crueles de salvajismo y violación de los derechos humanos que registra la historia de Panamá.

La Policía Nacional no tuvo nada que envidiarle a las huestes de la dictadura militar. Grandes contingentes de tropas fuertemente armadas, incluidas las unidades de SENAFRONT, estamento militar cuya existencia viola claramente la Constitución Nacional que establece que Panamá no posee ejército, llegaron por tierra, mar y aire a esta provincia para sembrar el terror.

El resultado de esta barbarie: más de 10 muertos, centenares de heridos, 72 de ellos ciegos total o parcialmente por disparos de pedinones recibidos en sus rostros; y más de 500 detenidos, muchos de ellos con procesos aún abiertos que son una muestra palpable de la persecución política desatada.

Esta cifra responde a informes independientes recabados en el lugar de los hechos y a los testitomios de los humildes habitantes de Changuinola.

El Gobierno sólo reconoce dos muertos: Antonio Smith y Virgilio Castillo. Sin embargo, un informe de una Comisión nombrada por el propio Gobierno, misma que el Presidente Ricardo Martinelli trató de ridiculizar tras escuchar su informe, habla de al menos 4 muertos y considera que la Policía Nacional se excedió en el uso de la fuerza. Otro informe de la Defensoría del Pueblo detalla unos 10 muertos.

Lo más grave es que la mitad de los muertos fueron inocentes niños que, por problemas respiratorios, fallecieron como resultado de los gases lacrimógenos lanzados masivamente en áreas residenciales.

La policía no atendió en ningún momento las advertencias de los ciudadanos en ese sentido. Ni el clamor de todo un pueblo pudo frenar esta maquinaria de muerte y terror.

Autoridades como José Raúl Mulino, Ministro de Gobierno; Alma Cortés, Ministra de Trabajo; Hernán García, Secretario General del Ministerio de Trabajo; y Gustavo Pérez, Director de la Policía Nacional, tildaron a los manifestantes de “indios borrachos, ignorantes y drogadictos”.

Gustavo Pérez vivió alucinaciones mientras estuvo al frente de sus tropas. A los medios declaró que sintió que estaba en Hollywood, “ era como estar en la película 300”. Mulino, por su parte, confesó haber contemplado la posibilidad de dispararle balas a los manifestantes. Sobre estos dos personajes, y Didier Degracia, jefe de la policía en Bocas del Toro, recae la responsabilidad directa de estos macabros sucesos.

En ciudad de Panamá y otras partes del país, una feroz cacería y persecución se desató contra la dirigencia sindical y popular. Hubo arrestros. El Hotel Soloy, el 10 de julio, escenario de un Encuentro de Dirigentes, fue tomado por la policía con el fin de arrestar a los participantes. Se abrieron expedientes amañados contra 17 luchadores sociales.

El interés de funcionarios del Gobierno y de la Fiscalía Auxiliar, era enviar a las cárceles de La Joya y La Joyita a estos dignos representantes del movimiento social, para allí mezclarlos con delicuentes comunes a sueldo que los asesinarían una vez ingresaran a estos mal llamados centros penitenciarios.

La movilización y la denuncia internacional logró frustar estos tenebrosos planes.

Lo insólito: Un año después de este cruel episodio no hay nadie detenido ni hay visos de una investigación seria e imparcial que deslinde responsabilidades.

Por ello, hoy hemos acudido a este Ministerio Público para exigir Justicia para los masacrados. Nos motiva el dolor y el sufrimiento de los hijos, viudas, madres, padres y demás familiares que perdieron a sus seres queridos en circunstancias tan inhumanas. Nos inspira el anhelo de todo un pueblo que exige el fin del reino de impunidad e injusticia que se vive en Panamá.

Atentamente,

Mario Almanza

Coordinador

Coordinadora de Lucha por el Respeto a la Vida y Dignidad del Pueblo.

Video de La Estrella de Panamá

 








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