La coyuntura es propicia para profundizar en el tema de la educación y la responsabilidad ineludible para todo el movimiento magisterial en Panamá.

Hemos revisado con detenimiento todos los hechos que en la actualidad han provocado una nueva reacción reivindicativa de los docentes de este país, que sienten que históricamente los gobiernos no les han cumplido y que pretenden mantener a los educadores en un estado de inestabilidad y necesidad económica, social y política permanente que no les permite asumir su rol de orientador y forjador de conductas de los ciudadanos que la sociedad y la patria nos exige como profesionales de la educación.

Por esa razón nosotros el SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN (SINTE), después de un profundo análisis concluimos en que el origen de este nuevo escenario conflictivo con el MEDUCA, tiene como punto central el Decreto Ejecutivo 155 de 27 de marzo de 2014, que apunta a la supuesta solución de los indicadores diagnosticados por los propios actores de la educación (Comunidad Educativa), a través de la figura de auto evaluación y la validación de los proyectos de centros educativos, que resolvería el problema del desempeño docente y el resultado del rendimiento escolar de los estudiantes. Como una respuesta política del gobierno anterior bajo la administración de Lucy Molinar (Ex – Ministra de Educación), condicionó en ese mimo Decreto el derecho que tenemos todos los trabajadores a un salario digno y cónsono a la realidad economía del país, que en estos momentos es de crecimiento económico y alto costo de la vida.

Queremos dejar claro que el aumento salarial es producto de la lucha de los educadores y no dadiva de ningún gobierno. Manifestamos además, que los educadores hemos cumplido con las responsabilidades que se nos exigió, no somos responsables de las ineficiencias y falta de planificación de la anterior y actual Ministra de Educación.

Por otra parte, exigimos se cumpla el precepto legal de la Ley Orgánica de Educación que establece que”…El presupuesto del Ministerio de Educación no será inferior al presupuesto del año anterior, y el gasto público en el sector educativo no será inferior al seis por ciento del producto interno bruto del año anterior”. Panamá solo destina el 3.3% del PIB a educación. Es inaudito que un país que crece económicamente a la mayor tasa de América Latina, un país con riqueza, entre ellas el Canal, se encuentre por debajo del promedio regional de asignación de inversión a educación en relación al PIB. Es urgente el 6% a la educación, los padres de familia y estudiantes son testigos de la precariedad que mantienen los planteles educativos.

El gobierno del Presidente Varela, a través de la señora Marcela Paredes de Vásquez (Ministra de Educación), tratan de maniobrar para derogar este Decreto y así evadir el compromiso de la supuesta mejora el sistema educativo panameño y acabar con el compromiso salarial de los docentes.

Esta situación nos motiva a maternos en apoya la ha huelga nacional, para que el gobierno de Varela enfrente el problema educativo con responsabilidad e inicie un verdadero proceso de solución a los problemas que confronta la educación panameña.