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Fecha Domingo, 09 agosto a las 20:49:02
Tema Frenadeso Nacionales


Panamá: COVID-19 Panamá no sale del hoyo











COVID-19:

Panamá no sale del hoyo


Los resultados de la semana 22 que concluyó ayer sábado 8 de agosto, nos indica que seguimos estancados. El número de contagiados y muertes se ha estabilizado en una cifra sumamente alta. Aproximadamente cada hora muere un panameño por COVID-19 y estamos en más de mil casos por día.

La situación no presenta mejoría y gran parte del pueblo considera que las medidas impuestas por el gobierno como cuarentena, restricciones a la movilidad y toque de queda no han servido de nada y propugnan por la pronta reapertura de toda las actividades económicas o bloques, máxime cuando ve que, por razones meramente económicas y para favorecer a allegados y factores de poder, el Gobierno ha permitido que empresas como Minera Panamá y COPA se salten los bloques que les correspondían y abran, a pesar de los riesgos que estos representan para la salud del pueblo.




Pero hay que saber distinguir. Una cosa es la presión de empresarios que nunca les ha interesado la salud del pueblo, recordemos que el 20 de abril, cuando ni siquiera había transcurrido un mes de la cuarentena, ya Julio de La Lastra, presidente del CONEP, afirmaba: “De nada le va a servir al país tener una población 100% sana, si se va a tener un país en bancarrota y con muy pocas posibilidades de recuperación”.

Y otra cosa es el pueblo sin alimentos ni medicinas, hacinado en las comunidades más vulnerables del país, sin internet ni los equipos tecnológicos para que sus hijos se eduquen, contagiándose, con enfermos en hospitales muriendo sin que sus seres queridos se enteren, abandonados a su suerte por el gobierno, panameños humildes que prefieren jugarse la vida en las calles antes que morirse de hambre.

Esa desesperanza y desasosiego del pueblo está siendo aprovechado por una clase empresarial voraz y sus manzanillos para presionar por la pronta reapertura de la actividad económica. A esa campaña se suman los grandes medios de comunicación, instrumentos de manipulación de la opinión pública que con sus voceros, obedientes y leales a ese poder económico, que vienen ahora imponiendo una matriz informativa con representantes del sector empresarial que lo único que les intereses es el sonido de sus cajas registradoras.

CASOS Y MUERTES EN LA SEMANA 22

Los datos que presenta Panamá en esta última semana nos advierten de la suma gravedad que implicaría la reapertura económica en las condiciones actuales.

En cuanto a las muertes, hemos visto una leve disminución, pero aún así casi cada hora muere un panameño por la COVID-19.  Esta reducción es el resultado principalmente del esfuerzo de los trabajadores de la salud en los hospitales, pese a la falta de equipos e insumos y de un tratamiento comprobado para aliviar a los enfermos.



Pero aún con esta disminución, a nivel mundial Panamá es uno de los países con más muerte por millón de habitantes. En los últimos 7 días ocupamos la posición 8 del planeta.


En cuanto a los casos, esta semana se registró un número menor, pero eso es simplemente porque se practicaron menos pruebas.  Cortizo prometió 4 mil pruebas diarias en función de la estrategia de trazabilidad y el 2 de agosto la ministra consejera del MINSA, Eyra Ruiz, habló de 10 mil pruebas diarias, pero lo cierto es que en sola una ocasión se ha llegado a 4 mil pruebas y eso fue hace dos semana, es decir el domingo 26 de julio.



POSITIVIDAD

A pesar de que se practican menos pruebas y, por ende, disminuye el número de casos, lo preocupante es la alta positividad de Panamá. En las últimas 9 semanas estamos arriba del 30% y desde que inició la crisis en 30.6. Aquí se presenta una de las tantas incongruencias de las autoridades. Mientras informan que ayer 8 de agosto habíamos llegado a 73,651 casos en otra gráfica señalan que son 75,634. Suponemos que esas adicionales eran cuando se hacían segundas pruebas a los contagiados que ya no se hacen, pero no brindan ninguna explicación al respecto.



Esta es la positividad en las últimas 9 semanas. En esta última fue de 35.25



Lo preocupante es que en este renglón de casos y positividad Panamá es 1 del mundo en los últimos 7 días.





Este indicador es sumamente preocupante. Y estar de primero en el mundo debe ser motivo de alarma. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que para poder hablar de que el virus se está controlando la positividad debe estar debajo de 10. Como vemos estamos muy lejos de eso. Una positividad de este tipo plantea un crecimiento exponencial de los casos y muertes. Abrir toda la actividad económica en esas condiciones haría estallar una verdadera bomba sanitaria, con un incremento considerable de muertes, casos, hospitalizados y personas falleciendo en las calles o centros de trabajo. ¿Estamos preparados para ello?

Este indicador también advierte que la estrategia de trazabilidad está fallando, máxime en las comunidades más vulnerables de los 5 distritos más poblados del país (Colón, ciudad capital, San Miguelito, Arraiján y La Chorrera), donde en apenas unos 8 mil km2 vive más de la mitad de los habitantes de todo Panamá y donde se desarrolla más del 80% de toda la actividad económica. Allí hay más de 55 mil contagios, casi el 80% de todos los casos positivos.

LA COVID-19 SE EXTIENDE

Además la COVID-19 ya está presente en más de 500 corregimientos del país. Colón sobrepasó los 5 mil casos y Chiriquí se aproxima a esa cifra. En otras provincias como Bocas del Toro y Veraguas, los casos también aumentan. La comarca Guna Yala presenta porcentajes elevados.




Otro  tema son los hospitalizados.  En 8 días de agosto se incrementaron en 171, es decir, 21.4 hospitalizados por día, más del doble que en los 153 días de la presencia de COVID en Panamá, cuando el promedio es de 10 y más que todo el mes de julio cuando fue de 17.  Lo extraño, y las autoridades tampoco dan explicaciones al respecto, es que solo el viernes 7 de agosto se reportaron 150 nuevos hospitalizados, una cifra récord en toda la pandemia para un día y esto es una clara demostración de la saturación de los hospitales. Otro hecho, es que los casos en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) se mantienen igual, lo cual quiere decir que las personas mueren en las salas de los hospitales y en sus casas.  También puede suponer que se esté practicando triaje, es decir, el protocolo que decide quién entra o no a las UCI, quien vive o quien muere, como se aplicó en Italia y otros países. Esto con una reapertura en las actuales circunstancias sería peor.


Otro tema que afecta la estrategia de trazabilidad y que nos mantiene estancados, es el hecho de que en aislamiento, en sus casas, se encuentran más de 22 mil panameños, lo cual significa un riesgo de contagio para familiares y vecinos. Existen muchas quejas de estos contagiados que se mantienen hacinados en sus hogares sin ninguna asistencia médica ni ayuda en alimentos de las autoridades.

Otro factor es el de los llamados recuperados. Después de 60 días de crisis, cambiaron la metodología y se comenzó a considerar recuperados a aquellos que no presentan síntomas, luego de 14 días de cuarentena. Ahora, no se les vuelve a practicar pruebas y se habla de recuperados clínicos y no epidemiológicos como se consideraban en un inicio. Cada persona, sino  presenta síntomas, debe buscar por su propia cuenta una certificación que señale que es “recuperado” con el  riesgo de ser detenido si transita sin esa certificación y lograrla es un proceso engorroso.

Pero, además, no hay comprobación de que esos recuperados no puedan seguir contagiando, que sigan teniendo el virus o que no vuelvan a contagiarse. De hecho ya hay estudios a nivel internacional, de que un considerable porcentaje de contagiados, ahora asintomáticos, seguían con el virus y volvían a enfermarse. El lamentable caso de la Dra. Lourdes Moreno, jefa de epidemiología del MINSA, que al parecer volvió a enfermarse y ser recluida en el hospital, es un ejemplo de lo que señalamos.

El Gobierno ha fallado rotundamente. Tanto el primer equipo como el segundo. No tienen excusas, ya basta de culpar al pueblo, de mentir descaradamente y desinformar con la complicidad de los grandes medios de comunicación. Han estado más concentrados en el robo y la corrupción, en favorecer los intereses de los grupos económicos poderosos y de los bancos como los demuestran los decretos, las reformas al Código de Trabajo, los bonos y préstamos adquiridos, que en atender las necesidades de la población a la que reprimen por exigir lo justo. Más de 70 mil detenidos en cuarentena lo confirman.


Por eso queremos concluir martillando en lo que hemos venido señalando desde el comienzo de la pandemia. Urge, entre otras cosas, ayuda internacional de Cuba, China u otros países con experiencias positivas en el manejo de este tipo de crisis. Bono y renta básica de 500 balboas mensuales para trabajadores con contratos suspendidos, sector informal y desempleados. Moratoria real que incluya los intereses. Garantizar los servicios básicos a la población (agua, luz, internet, gas, comunicación). Cancelar los secuestros, cortes, lanzamientos y despojos. Apoyo a las trabajadoras embarazadas y sus niños en pandemia.  Financiamiento extraordinario del Estado a la Caja de Seguro Social (CSS). Apoyo verdadero a los trabajadores de la salud. Impuesto especial a las grandes fortunas para ayudar al sostenimiento de estas medidas

Corresponde al pueblo, a las fuerzas populares,  tomando las medidas que exige el momento, organizarse, luchar, forjar la unidad y seguir movilizado para una salida a la crisis a tono con sus intereses. ¡Asamblea Constituyente Originaria!


Panamá, 9 de agosto de 2020.

FRENADESO

FRENTE NACIONAL POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS ECONÓMICOS Y SOCIALES




 






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